La proclamación de evangelio produce fruto.

“Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Hechos 2:47.

 

“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”Hechos 2:41.

 

 

“Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día.” Hechos 16:5.

Pastor Uriel Campos
Pastor Uriel Campos

En esta mañana si una palabra define la iglesia primitiva es “crecimiento.” Es sumamente claro que la iglesia en sus inicios experimento un crecimiento acelerado y rápido. La Escritura nos enseña que cada día se añadían nuevas personas en las congregaciones. Vemos aun que se registra miles añadidos en uno solo día. ¡Había una explosión de crecimiento! Dondequiera que una vea, había salvaciones de cientos de personas a la vez. El evangelismo que practicaban los primeros creyentes rendía un fruto abundante y duradero. Había fruto continuo de la predicación de la Palabra. Dondequiera que se predicaba había una multiplicación de salvaciones, “Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén.Hechos 6:7ª.

 

Vemos que este es un ejemplo del evangelismo que Dios desea para nuestros días, ¡un evangelismo con resultados! Nuestra meta cuando laboramos en el trabajo del evangelismo es lograr ver que la iglesia local crezca numéricamente. Nuestra responsabilidad no es solo hacer la obra de evangelizar, pero debemos lograr ver fruto duradero. Hoy día el Señor desea ver que su iglesia crezca y rompa barreras de crecimiento. Este es el modelo que tenemos del libro de Los Hechos, un modelo de crecimiento explosivo y de multiplicación. Al comprender este modelo no debe haber razón porque la iglesia hoy día se detenga en su crecimiento, o peor disminuya en números.

 

Nosotros debemos orar este mañana que nuestra obra de evangelismo logre tener resultados tal y como lo vemos en su Palabra. ¡El Señor sigue siendo el mismo hoy y para siempre! Él no ha cambiado. La misión de Jesús sigue siendo ver su iglesia crecer y avanzar. En estos últimos días antes de su venida debemos lograr ver la cosecha más grande de almas como nunca antes vista. Hoy día el Señor desea levantar hombres y mujeres que logren romper barreras de crecimiento. Iglesias grandes que sean bases fuertes en nuestro ministerio para luego enviar y plantar otras iglesias por todo el mundo. ¡Yo creo que este es posible si juntos hacemos el trabajo!

 

Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.” Hechos 4:4.

 

“Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres.” Hechos 5:14.

 

“Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.” Hechos 11:24.

 

“Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.” Hechos 11:21.

 

“Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.” Hechos 19:20.

“Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba.” Hechos 12:24.

 

“Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.” 1 Corintios 3:7.

 

Gracia y paz de Cristo

 

 

Pastor Uriel Campos.

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