EL USO DE LA MÍMICA Y LA PANTOMIMA EN EL CULTO AL DIOS VERDADERO.

Pastor Uriel Campos
Pastor Uriel Campos

En los últimos años se han infiltrado en nuestras iglesias el uso de dos formas teatrales casi idénticas llamadas mímica y pantomima. El Diccionario de le Lengua Española nos da las siguientes traducciones:


Pantomima: (De: pantomimo) f. Representación por figura y gesto sin que intervengan palabras. Pantomimo: (Del latín Pantomimus y del griego, que lo imita todo.) m. Truhán, bufón o representante que en los teatros remendá o imita diversas figuras.

 

En la península itálica, el mimo nació de las farsas callejeras, las danzas más o menos lascivas, las bufonadas y los cuadros realistas de un teatro popular, cuyos orígenes son imposibles de precisar. A fines del siglo I a.C. los espectáculos de danzas mímicas fueron eclipsados en Roma por la aparición de la pantomima, que ya desde sus inicios adquirió gran auge… A diferencia del mimo, la pantomima representaba sólo con gestos, toda acción tanto trágica como cómica. Estas formas teatrales datan del tiempo de la antigua Grecia y Roma (esta última en especial). En donde se originaron los famosos teatros. Los datos históricos nos llevan también al siglo II a.C. donde ya los romanos realizaban sus representaciones en el teatro romano [el primero de carácter permanente fue el teatro de Pompeya (año 55 A.C.)]. En estas magníficas estructuras tanto la tragedia como la comedia eran ejecutadas, así también ésta innovación romana llamada pantomima, en la cual un solo actor, frecuentemente cambiando de máscaras y acompañado por un nutrido coro y orquesta, hacía mímica en todas los partes del drama. En estos grandes teatros abiertos de la antigua Roma el público podía ver mejor de lo que escuchaba, una razón por la cual, probablemente, la pantomima alcanzó tanta popularidad. Los romanos aplicaban el término pantomimus, a un actor que usara gestos rítmicos y varias mascaras para relatar historias mitológicas o heroicas. El teatro romano no fue favorecido por el cristianismo apostólico, el cual acusaba el teatro de ser un “nicho de Venus” (una alusión a las prostitutas que frecuentaban el teatro romano y al origen pagano del mismo), además de las parodias acerca del culto cristiano.

Pastor Uriel Campos
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La pantomima siempre se ha encontrado en la historia del teatro, así lo ha sido en la comedia dell’arte italiana, en donde el personaje arlequín y otros eran representados (más adelante hablaremos de este personaje arlequín). En Francia e Inglaterra a comienzos del siglo XVIII, la palabra pantomima se aplicaba a cierto tipo de ballet en los cuales aparecían personajes alegóricos mediante disfraces para ejecutar temas provenientes de los clásicos mitológicos. Ya en la Inglaterra del siglo XVIII, el arlequín realizaba un ballet de pantomima con danzas de comedia burlesca, lo cual se hizo muy popular.

 

En la mímica y la pantomima se cuenta una historia o se desarrolla un tema a través de movimientos expresivos faciales o corporales. Una diferencia entre la pantomima y la mímica es que ésta última ha venido a ser en el siglo XX el término utilizado para el arte desarrollado por Etienne Decroux, llamado “el padre de la mímica moderna” y Jean Louis Barrault. La pantomima se usa (hoy día), más específico para el estilo ilusionista y con la “cara pintada de blanco” originario del siglo XIX.

Pastor Uriel Campos
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La Pantomima y la Cultura


El propósito de este artículo no es el atacar la expresión artística de los pueblos. Pero al mismo tiempo no veo evidencia bíblica para su práctica en la casa de Dios. Ni Cristo ni los apóstoles la utilizaron como medio de adoración.


El uso de estas representaciones gramaticales en nuestros cultos desvirtúa el propósito de nuestros servicios. Los ejecutores y no Cristo, son el centro de estas formas de teatro cuyos orígenes emanan del paganismo. Por más “bonito” que aparente ser, abre las puertas para otras prácticas, ya que al mezclarse el movimiento físico con la música, lo que obtenemos es una danza, lo cual siempre ha sido parte integral de la pantomima.


La enciclopedia Microsoft Encarta 99 nos ayuda a entender que lo que está ocurriendo en nuestras iglesias es un estilo de danza oriental: “La danza puede… utilizarse gestos simbólicos o mimo, como en las numerosas formas de danza asiática.”


Si al comienzo de este artículo pudimos ver que la pantomima es una representación por figura o gesto sin que intervengan palabras, entonces esta práctica que lamentablemente se ha llevado a cabo en algunos de nuestros cultos no se le puede llamar pantomima, sino danza oriental. Piense usted mi querido lector si hoy día estamos teniendo problemas con la selección de la música para las partes especiales y le añadimos esta representación mal llamada mímica o pantomima; ¿que obtendremos de esa mezcla? Hay fuerzas espirituales que esperan el momento indicado para manifestarse en nuestro pueblo (ver Mensajes Selectos II p. 41- 45).


“En algunas sociedades, la danza puede llevar a estados de trance u otro tipo de alteración de la conciencia. Estos estados pueden ser interpretados como muestras de posesiones de espíritus, o buscados como un medio para liberar emociones” (Enciclopedia Microsoft Encarta 99. 1993- 1998 Microsoft Corporación).


El acto de no mover las piernas no significa que no se esté danzando pues: “En la India, algunos bailarines aprenden a bailar incluso con sus ojos y cejas” (ibíd.).


Lo que deberíamos preguntarnos es: ¿utilizó Cristo la mímica o la pantomima para evangelizar o adorar a Dios?, ¿fue ésta una herramienta de Pablo o de Pedro? ¿Fue ésta una práctica de la iglesia primitiva? He visto y escuchado los amenes de nuestros hermanos al finalizar estas “partes especiales”, si es que así se les puede llamar. A veces es más fácil pedir perdón a Dios después de realizada la “parte especial”, en vez de investigar primero si estaba de acuerdo con las normas elevadas de Evangelio.


“Que no haya rarezas ni excentricidades en la acción de los que proclaman la Palabra de verdad, porque tales cosa debilitarán la impresión que debería realizarse mediante la Palabra. Debemos precavernos, porque Satanás está decidido, si fuera posible, a mezclar su mala influencia con los servicios religiosos. Que no haya exhibiciones teatrales, porque esto no ayudará a fortalecer la creencia en la Palabra de Dios. Más bien distraerá la atención, haciendo que se fije en el instrumento humano” (2M.S. p.26).

“Las cosas que han ocurrido en el pasado también acontecerán en el futuro. Satanás convertirá la música en una trampa debido a la forma como es dirigida. Dios exhorta a su pueblo, que tiene la Luz ante sí en la Palabra y los testimonios, a que lea y considere, y luego que obedezca. Se han dado instrucciones claras y definidas a fin de que todos comprendan. Pero la comezón que experimentan ciertas personas por originar alguna cosa nueva, determina el surgimiento de doctrinas extrañas, y destruye en gran medida la influencia de aquellos que podrían ser un poder para realizar el bien, si mantuvieran firme su confianza en la verdad que el Señor les ha dado” (2M.S. p.43 ).

“Tengo un mensaje para los que están a cargo de la obra. No instéis a los hombres que se ocupan de esta obra a pensar que deben proclamar el mensaje solemne y sagrado con un estilo teatral. No hay que poner en nuestra obra ni la más mínima partícula de nada que sea extravagante. La causa de Dios debe tener un modelo sagrado y celestial. Lleve la impronta divina todo lo que se relaciona con la predicación del mensaje para este tiempo. No se permita nada de naturaleza extravagante, porque esto echaría a perder la santidad de la obra.” (Manuscrito 19, 1910)


Ahora bien, ¿quién es ese personaje llamado arlequín con la cara pintada de blanco y que se usa en la pantomima en algunos de nuestros templos? La “Funk Wagnalls New Enciclopedia”, nos brinda la siguiente información: “ARLEQUIN, o ARLECCHINO o ARLEQUIN (Antiguo d. hellequin, “demonio” o “duende”, personaje convencional en la comedia Dell ‘arte italiana de los siglos XVI al XVIII y de la pantomima moderna. El arlequín apareció por primera vez en la literatura folclórica francesa del S.XII como un duende malicioso invisible, y con el nombre de Alichino (nombre italiano que significa duenducho), quien era uno de los demonios mencionados en la sección del infierno (canto XXI) de La Divina Comedia del poeta italiano Dante Alighieri.”


Me pregunto si a Dios le agrada el que tomemos a nuestros niños y los vistamos de arlequines o fantasmas, para tener partes especiales dirigidas hacia la adoración. Sería mejor estudiar este asunto con mucho cuidado y pedirle a Dios que podamos enfrentar los efectos futuros de nuestro descuido en forma más responsable. Que Dios nos ayude.


“Los caminos que el hombre fabrica para llegar a Dios llevan a la muerte, por mejores que sean sus intenciones. La vida eterna no se alcanza con buenas intenciones… Creer en la palabra de Dios y creer en Jesús es algo que no puede separarse…


No es suficiente creer en Jesucristo ni alabar su nombre. Es necesario creer en la Palabra de Dios. O mejor dicho: es imposible creer en Jesucristo sin creer también en su Palabra. En la Palabra de Dios es donde el cristiano fundamenta su fe en Cristo. “El que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.” Juan 5: 24. (A solas con Jesús, p. 344, Alejandro Bullón, 1999.)


Sé que no a muchos les gusta todo lo que aquí se ha dicho, pero.. mi pregunta es... ¿Estamos adorando a Dios en sus términos? (Juan 4:24).

 

Gracia y paz de Cristo.

 

Pastor Uriel Campos. 

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